Investigadores cordobeses desarrollan drones que encuentran el foco de los incendios por la noche o sistemas que generan una pantalla de agua para proteger a las personas en caso de acorralamiento por las llamas
La tecnología en muchos casos está enfocada a mejorar la calidad del trabajo de los profesionales. En esta ocasión, varias empresas cordobesas han comenzado a desarrollar una serie de dispositivos que ayudarán a los bomberos en la extinción de incendios y que les protegerán de las llamas en caso de acorralamiento por el fuego.
Se trata de las compañías DTA EBT, Azor y Safety Zone, que han creado drones que localizan las zonas en llamas, dispositivos antivuelcos para vehículos de extinción y un kit de seguridad que genera una pantalla de agua para proteger a los bomberos. En la demostración de estos sistemas, que tuvo lugar en el Parque Científico de Córdoba Rabanales 21, la empresa DTA EBT presentó su sistema Inclisafe, el primer dispositivo universal de aviso de riesgo de vuelco para vehículos de extinción de incendios.
El sistema Inclisafe es el primero que avisa a los bomberos del riesgo de vuelco en vehículos de extinción de incendios
Esta tecnología ya ha sido probada e implementada en tractores agrícolas y blindados del ejército. Además, también se mostraron las aeronaves no tripuladas o drones que ha creado la empresa Azor cuya principal ventaja es que pueden volar de noche, cuando los medios aéreos tradicionales no pueden operar. La compañía, que es la primera en utilizar drones para ayudar en la extinción de incendios, asegura que esos aparatos vienen equipados con una cámara térmica y son muy económicos.
Por su parte, Safety Zone presentó un kit integral de seguridad que funciona creando una pantalla de agua para que en situaciones difíciles como acorralamiento de los bomberos o sus vehículos por el fuego, este dispositivo se activa y crea un «triángulo de vida», como lo denominaron sus creadores. En la demostración mostraron una situación extrema con rachas de viento de hasta 70 kilómetros por hora y llamaradas de fuego que hacían elevar la temperatura hasta los 600 grados.
Estos tres avances innovadores desarrollados por jóvenes empresas españolas pueden facilitar la labor de extinción de incendios partiendo de estudios desarrollados por los departamentos de Física, Química e Ingeniería de la Universidad de Córdoba. Esta tecnología ya ha despertado el interés de servicios de extinción de incendios internacionales.
Labores humanitarias que facilitan los Drones
J. M. S. MADRID
Extinción de incendios. Elimco ha estado realizando, en colaboración con técnicos de Infoca -organismo andaluz para la gestión de incendios-pruebas para incorporar uno de sus modelos de UAV (vehículo aéreo no tripulado, por sus siglas en inglés) como un sensor en los canales de información empleados para un mayor control sobre la situación y avance de un incendio en fase nocturna.
Un mapa del terremoto de Lorca. Además de poder mejorar las cosechas, como ya sucede en muchas zonas dentro del territorio nacional, los drones también se han utilizado para ayudar en las labores de rescate en tragedias. Catuav empleó uno de sus modelos para la evaluación del terreno tras la tragedia del terremoto de Lorca (Murcia) en el año 2011, que se saldó con ocho fallecidos y cuantiosos daños.
Localización de minas. Estos aparatos no tripulados se emplean también a la hora de localizar las minas en escenarios de conflictos bélicos como Bosnia. Este es otro ejemplo palpable y tangible. Las localizaciones de estos artefactos se han podido recoger en un mapa mediante cámaras digitales calibradas. Técnicos de la empresa española Catuav han recogido en el país balcánico ortofotos, fotografías aéreas corregidas geométricamente para que la escala entre ellas sea uniforme para reducir los errores y distorsiones del terreno.
Salvavidas en el mar. Los aviones no tripulados pueden contribuir a salvar vidas. Pars, como se conoce al drone multirotor diseñado por RTS Lab en Teherán, se ha estado probando en el mar Caspio para ser utilizado como salvavidas. El aparato transporta una serie de flotadores hasta el lugar donde se encuentra la persona en apuros y los deja caer para evitar que se ahogue.
Control de fronteras. La empresa guipúzcoana Aerovision ha fabricado y comercializado Fulmar, un avión no tripulado destinado a vigilar la costa de Malasia hasta un máximo de 50 kilómetros desde la base. Este modelo tiene en torno a los 20 kilos de peso y cuenta con capacidad para desplazarse a una velocidad de hasta 100 kilómetros a la hora.