El Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR) en Canarias, compuesto por el 802 Escuadrón de Fuerzas Aéreas y el Centro Coordinador de Salvamento (RCC
Canarias), ubicado en la Base de Gando, ha estado planificando y
coordinando un simulacro de accidente aéreo denominado CANASAR. Este
ejercicio, que se viene realizando con carácter anual en diversos
lugares del Archipiélago Canario, se ha desarrolló el pasado 6 junio, en
el sur de la isla de Gran Canaria.
Desde principios del presente año, se empezaron a tomar las primeras acciones para planificar el simulacro, y durante varios meses el RCC Canarias ha estado coordinando la operativa del ejercicio con los organismos competentes en materia de seguridad y emergencias de Gran Canaria, con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y locales, y con las diferentes escuelas taller en materia de emergencias, dependientes de los diferentes ayuntamientos de los ciudades de la isla, para que participen como figurantes o supuestas víctimas del simulacro de accidente aéreo.
El SAR tiene la responsabilidad, desde 1955, de organizar y dirigir las operaciones de búsqueda y salvamento cuando se produzca un accidente aéreo dentro del espacio aéreo español. Este servicio, perteneciente al Ejército del Aire, además coopera, en caso necesario, con otros organismos de seguridad y emergencias, accidentes, catástrofes o calamidades públicas.
El simulacro se inició a las 08:40 horas locales con una llamada del Centro de Control de Tránsito Aéreo de Canarias (ACC Canarias) al RCC Canarias informando de que un avión, del tipo Airbus 320-200, de la compañía “Phoenix Airways”, de nacionalidad británica y procedente del Aeropuerto de Heathrow (Londres), en maniobra de aproximación al aeropuerto de Gran Canaria, tuvo un encuentro fortuito con una bandada de aves, que le provocó una avería grave y la subsiguiente pérdida de control por parte de los pilotos.
Cinco minutos más tarde el ACC perdió el contacto radar con la mencionada aeronave y ante la posibilidad de que se hubiera producido un accidente, se activó la llamada “fase de desastre” (DETRESFA).
A partir de ese momento y con el escenario ya establecido en una zona del litoral del sur de la isla de Gran Canaria (dentro del término municipal del San Bartolomé de Tirajana), se procedió a la localización y rescate de las posibles víctimas (138 personas, incluida tripulación).
Con la participación de aproximadamente de unas 500 personas, con un importante despliegue de aviones, helicópteros, embarcaciones y medios terrestres pertenecientes a la totalidad de organismos dedicados a labores de seguridad y emergencias en el archipiélago canario, y también de los efectivos de la Guardia Civil y Policía Nacional, Local y Autonómica, el simulacro ha permitido evaluar la capacidad de reacción de los medios SAR y el grado de coordinación entre instituciones en el desarrollo de las operaciones de salvamento dirigidas por el RCC Canarias. El resultado fue óptimo.
Asimismo, el evento contó con la presencia de observadores internacionales, procedentes de Senegal, Cabo Verde, Túnez, Argelia y Jordania.
En la mañana del día siguiente al desarrollo del simulacro tuvo lugar una reunión (debriefing), a la que asistieron todos los participantes, en el que se expusieron las diferentes observaciones y puntos de vista en cuanto a lo ocurrido durante el ejercicio, de modo que sirvan para corregir los posibles fallos detectados y se mejoren las actuaciones y protocolos que permitan asegurar una acción correcta en caso necesario, al objeto de ser más eficientes a la hora de salvar vidas.
Desde principios del presente año, se empezaron a tomar las primeras acciones para planificar el simulacro, y durante varios meses el RCC Canarias ha estado coordinando la operativa del ejercicio con los organismos competentes en materia de seguridad y emergencias de Gran Canaria, con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y locales, y con las diferentes escuelas taller en materia de emergencias, dependientes de los diferentes ayuntamientos de los ciudades de la isla, para que participen como figurantes o supuestas víctimas del simulacro de accidente aéreo.
El SAR tiene la responsabilidad, desde 1955, de organizar y dirigir las operaciones de búsqueda y salvamento cuando se produzca un accidente aéreo dentro del espacio aéreo español. Este servicio, perteneciente al Ejército del Aire, además coopera, en caso necesario, con otros organismos de seguridad y emergencias, accidentes, catástrofes o calamidades públicas.
El simulacro se inició a las 08:40 horas locales con una llamada del Centro de Control de Tránsito Aéreo de Canarias (ACC Canarias) al RCC Canarias informando de que un avión, del tipo Airbus 320-200, de la compañía “Phoenix Airways”, de nacionalidad británica y procedente del Aeropuerto de Heathrow (Londres), en maniobra de aproximación al aeropuerto de Gran Canaria, tuvo un encuentro fortuito con una bandada de aves, que le provocó una avería grave y la subsiguiente pérdida de control por parte de los pilotos.
Cinco minutos más tarde el ACC perdió el contacto radar con la mencionada aeronave y ante la posibilidad de que se hubiera producido un accidente, se activó la llamada “fase de desastre” (DETRESFA).
A partir de ese momento y con el escenario ya establecido en una zona del litoral del sur de la isla de Gran Canaria (dentro del término municipal del San Bartolomé de Tirajana), se procedió a la localización y rescate de las posibles víctimas (138 personas, incluida tripulación).
Con la participación de aproximadamente de unas 500 personas, con un importante despliegue de aviones, helicópteros, embarcaciones y medios terrestres pertenecientes a la totalidad de organismos dedicados a labores de seguridad y emergencias en el archipiélago canario, y también de los efectivos de la Guardia Civil y Policía Nacional, Local y Autonómica, el simulacro ha permitido evaluar la capacidad de reacción de los medios SAR y el grado de coordinación entre instituciones en el desarrollo de las operaciones de salvamento dirigidas por el RCC Canarias. El resultado fue óptimo.
Asimismo, el evento contó con la presencia de observadores internacionales, procedentes de Senegal, Cabo Verde, Túnez, Argelia y Jordania.
En la mañana del día siguiente al desarrollo del simulacro tuvo lugar una reunión (debriefing), a la que asistieron todos los participantes, en el que se expusieron las diferentes observaciones y puntos de vista en cuanto a lo ocurrido durante el ejercicio, de modo que sirvan para corregir los posibles fallos detectados y se mejoren las actuaciones y protocolos que permitan asegurar una acción correcta en caso necesario, al objeto de ser más eficientes a la hora de salvar vidas.
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