Tardó en llegar 40 minutos tras
haber tratado de acceder al domicilio que requirió su ayuda por tres
puntos diferentes y que le resultara imposible
La criticada ubicación de las txosnas en la calle
Kurutziaga de Durango, coincidiendo con las fiestas patronales, pudo
acabar en tragedia el viernes por la noche. Una familia que vive en esa
vía llamó a una ambulancia a las 22.54 horas después de que su hija
perdiera el conocimiento y empezara a respirar con dificultad. El
vehículo, que salió de Amorebieta, tardó en llegar 40 minutos tras haber
tratado de acceder al domicilio por tres puntos diferentes y que le
resultara imposible. Dos voluntarias de la Cruz Roja llegaron finalmente
a la casa corriendo.
El suceso no hace más que corroborar los riesgos que ya
habían denunciado los vecinos a través de una carta enviada a la
alcaldesa y otros responsables municipales. Alertaban de que la
colocación de las txosnas convertía la calle en «una ratonera». Es por
ello que, cuando la familia de una adolescente residente en Kurutziaga
llamó al 112, lo primero que hizo fue advertir del difícil acceso»,
pidiendo el apoyo de la Policía Municipal para entrar. Como la espera
«se hacía eterna», se puso en contacto con la guardia urbana, pero «no
llegaron».
Tras evaluar la situación, las sanitarias de la Cruz
Roja, «que fueron en todo momento encantadoras y a las que estoy
eternamente agradecida», llamaron a una ambulancia de Osakidetza para
que la joven pudiera ser atendida por un médico. En previsión de que
este vehículo se encontrara con los mismos problemas para atravesar las
txosnas, optaron por evacuar ellas mismas a la adolescente y encontrarse
con la ambulancia medicalizada en el peaje de la autopista. La joven
recuperó la consciencia en el trayecto hacia el hospital de Cruces, pero
su familia quiere difundir lo ocurrido para que «la prepotencia o la
ceguera» de quienes aceptaron instalar las txosnas en Kurutziaga, y «que
pudieron haber provocado la muerte de un vecino», no se vuelva a
repetir.
Desde el equipo de gobierno de Durango, por su parte,
calificaron de «acto salvaje y vandálico» las pintadas realizadas en el
exterior del vehículo mientras recogian a la paciente y que la Policía
local constató al acercarse a la zona ante la llamada de denuncia de
Cruz Roja. «Aunque no hubo problemas a la hora de acceder a la zona y se
pudo atender a la paciente, se trata de un hecho repugnante»,
advierten.
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