«Los tiempos de respuesta ante una emergencia se van a
alargar mucho», advierte Luis Royo, buzo de la Ertzaintza, ante el plan del
Gobierno vasco de suprimir las actuaciones de noche.
DAVID S. OLABARRI | BILBAO @dolabarri
8 diciembre 2014
Luis Royo lleva 20 años en la Unidad de Rescate de la
Ertzaintza. Es un buzo profesional que, como muchos de sus compañeros, se había
resignado a que no reconozcan la labor de este grupo de especialistas de la
Policía vasca. Pero lo que ha terminado de colmar su paciencia ha sido la
decisión de Gobierno vasco de suprimir el servicio de rescates nocturno. Por
eso ha tomado la decisión de denunciar públicamente, con nombre y apellidos,
estos recortes. «Cuesta más un coche oficial que el servicio de rescates nocturno»,
afirma.
- ¿Qué efectos tienen estos cambios de horario en los
ciudadanos?
- El mas importante es que los tiempos de respuesta se van a
alargar muchísimo ante una emergencia. Y la atención que van a recibir los
ciudadanos va a ser peor porque el número de ertzainas va a ser menor. Ahora la
mitad de la plantilla está trabajando, en periodos de entrenamiento y de retén.
Y si hay un servicio van todos. Con este nuevo horario no vamos a poder
entrenar igual y en los servicios va a haber solo un tercio de la plantilla.
- ¿Cuánto van a tardar en responder a una emergencia de
noche?
- Como mínimo dos horas. Ahora mismo, en diez minutos estoy
saliendo de la base. Como mucho. En el caso de buceo, salvo excepciones,
normalmente recuperamos cadáveres, pero en el caso de montaña es una cuestión
crítica porque la mayoría de los rescates son personas heridas. ¡Pero están
vivos! Y ese tiempo de espera podría desembocar en un fallecimiento. Ese tiempo
puede ser la diferencia entre sacarle vivo o muerto.
- El Departamento de Seguridad argumenta que la gran mayoría
de las actuaciones se realiza de día y que, en todo caso, se atenderían las
urgencias. Se harían llamamientos en libre...
- Y es cierto que la mayoría son de día. Pero tengo
clarísimo que no puede ser el mismo servicio al ciudadano un dispositivo de 24
horas de retén, preparado para cualquier urgencia, a que te tengan que llamar a
casa. Eso no es opinable. Es un hecho objetivo. Es como si no hubiese un
servicio de urgencias en un hospital y tienen que llamar al médico a su casa.
Pero ademas, con que solo haya un rescate que no se pueda atender ya es
suficiente. ¿Cuánto vale la vida de una persona?
- ¿Y no se puede paliar con otros servicios de emergencia?
- Es cierto. Pero, por ejemplo, los bomberos son
especialistas en apagar fuegos. Nunca van a poder suplir a un grupo de montaña
con la formación, el material y la experiencia que tiene el de la Ertzaintza.
Son más de 25 años haciendo rescates. Son profesionales, no voluntarios. Lo
mismo pasa en buceo. Donde nos metemos nosotros no se mete nadie. Hemos hecho
rescates en la ría de Bilbao con corrientes a las tres de la madrugada que un
voluntario no se atreve a hacer. Lógico, porque no le pagan por eso. Y tampoco
se tiene en cuenta la vertiente policial. Por ejemplo, si tenemos que buscar
una pistola de la ría.
- Sus compañeros ven un interés económico en estos recortes.
- Nosotros somos 60 personas. El ahorro es mínimo, una gota
en el océano del Departamento de Seguridad. Se van a ahorrar la manutención en
los periodos de guardia y pagarnos las noches (20 euros). ¿No hay otro sitio
donde ahorrar? Cuesta más un coche oficial para un solo jefe durante un año que
el servicio nocturno de rescate. Se producen cosas muy extrañas. Como que la
sede de la unidad marítima esté en Durango, tierra adentro. ¡Eso no pasa en
ningún lugar del mundo!
- El Gobierno asegura también que las búsquedas se suelen
suspender de noche.
- Solo se suspende un rescate cuando nosotros decimos que no
somos capaces de buscar en ese momento. La noche no es lo que nos impide
buscar. Son las condiciones meteorológicas. Nosotros solemos trabajar con
visibilidad cero. Hace poco se ahogó un chico en el puerto viejo de Algorta.
Eran las cuatro de la mañana. Llegamos allí. Tardamos 40 minutos en llegar. Lo
que nos impidió bucear no era la noche, sino que había unas olas del copón.
Pero si el mar está bien nos metemos. Y claro si buscamos a una persona viva
siempre arriesgamos mucho más.
- Muchos de sus compañeros están pensando en abandonar la
unidad. ¿Para tanto es todo esto?
- Más de la mitad se quiere marchar. Yo mismo tengo pensado
hacerlo, después de 20 años. El problema es que no nos reconocen la
especialidad ni valoran nuestro trabajo. Y no hablo de dinero. Cuando pedimos
el mismo complemento específico singular que otros especialistas nos dicen que
no. Pero encima tampoco nos dan facilidades en materia de formación, en
horarios, en servicios. Yo me he pagado mis cursos de formación.
- ¿De su bolsillo?
- Llevamos más de 10 años sin hacer cursos de buceo. Pero
encima nosotros estamos en comisión de servicio. No tenemos plazas fijas. Se
aprovechan de que nos gusta nuestro trabajo. Pero, curiosamente, nosotros no
somos ertzainas que puedan ser sustituidos de forma inmediata. Y el jefe nos
dice que no nos va a a firmar la baja porque se queda sin unidad. Nuestras
jefaturas no nacen de abajo, vienen de fuera, no son montañeros, no son
buceadores. ¡No tienen ni idea de lo que es un rescate! ¡En cualquier otro país
el jefe de rescate es el que más sabe! Me encantaría ir al trabajo y tener
alguien por encima que me enseñara cosas. Y aquí pasa al revés. Puede que
quieran abrirme un expediente por decir esto. Pero no he dicho nada que sea
mentira.
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