Además
de labores de salvamento, un socorrista debe hacer cumplir el
reglamento, controlar el estado de las piscinas y hacer valer las reglas
de convivencia.
Los socorristas
son una figura indispensable para el funcionamiento de la mayoría de
los centros de ocio veraniegos, aunque cada comunidad autónoma regula
las dimensiones y condiciones de las piscinas para requerir de modo
obligatorio su presencia. Sus funciones no se ciñen al salvamento en situaciones de riesgo o vigilancia.
Sus atribuciones incluyen, además, velar por el cumplimiento de los
reglamentos de seguridad, controlar el estado de las instalaciones y
hacer valer las reglas de convivencia tanto en piscinas públicas y de comunidades de vecinos, como de hoteles, campings o complejos de apartamentos de alquiler.
consumer.e
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