
Para utilizarlo como descensor basta con pasar un bucle de cuerda por dentro de orificio superior (Gran Axe) y pasarlo por detrás de inferior (Pequeño Axe) tal y como se muestra en la imagen 1
El riesgo de este sistema es la formación del temido nudo de alondra (imagen 2), que una vez formado bajo tensión es muy difícil de deshacer y más aún en situaciones de rescate donde llevamos un peso extra como es el de una víctima (es especialmente peligroso en descenso de cañones en cascadas, por el riego de ahogo). Para evitar la formación de este nudo existen modelos con orejas (imagen 11a) y otras formas (cuadrado, con el orificio superior sobredimensionado e inclinado, etc.), aunque el sistema clásico de pasar la cuerda por el mosquetón de seguridad que une el ocho al arnés evita este proble

Con cuerdas congeladas, los ochos grandes suelen ofrecer una buena solución al ser difícil manejar la cuerda rígida; pero en sí, el ocho suele ofrecer poca fricción, por lo que al rapelear en cuerdas simples de menor diámetro son preferibles los más pequeños (imagen 11b/c) y un poco angulados (mayor contacto por un lado, pero también rizan más la cuerda). Como ya se ha indicado para aumentar la fricción se puede utilizar el Vertaco.
En caso de tener que descender por cuerda doble bajo tensión (sobre todo se realiza en rescates, espeleología, big wall o trabajos verticales) el ocho ofrece la posibilidad de realizar

Por otro lado existe una maniobra de conversión del Ocho de descensor a anti-retorno y viceversa llamado “Ocho a la Italiana” que puede ofrecer soluciones interesantes para:
1-Bloquear una cuerda fija
2-Remonte por cuerda fija
3-Sistema de conversión descensor/anti-retorno
El Ocho a la italiana tiene la particularidad de realizarse con el Ocho colocado de costado. Si partimos de una situación de bloqueo anti-retorno:
1-Lo primero que debemos hacer es colocar el ocho de forma clásica, como en la imagen 1 y hacemos pasar la cuerda de retención (la que iría hacia abajo en un rapel) por encima de la cuerda guía (si no se hace esto antes de engancharse, tendremos que pasar la cuerda por encima nuestro).

2-Enganchamos el Ocho al mosquetón de seguro de nuestro arnés por el orificio superior, el grande o Gran Axe. Imagen 6
Ahora nos encontraremos bloqueados. Si queremos permanecer así, podemos bloquear el sistema enganchando un mosquetón entre el agujero pequeño y el mosquetón del arnés (no sería posible revertir el anti-retorno).
Para realizar la maniobra de conversión se debe agarrar la cuerda de retención pasarla por encima de la de guía, haciendo un arco de 180º y pasándonos la cuerda por encima (ojo si llevamos mochila). Esto se debe hacer con la mano fuerte (mano de seguridad), la que retendrá el descenso. La secuencia de imágenes 7 y 8 muestran el movimiento.
Es importante tener en cuenta que el ocho de esta forma ofrece poca fricción.

Desde la posición anti-retorno (imagen 6) existe una variante para realizar descensos más controlados que consiste en utilizar el agujero pequeño a modo de palanca, ya que si se ejerce fuerza hacia abajo descenderemos, pero en caso de soltar el ocho volveríamos a la situación de anti-retorno (cuidado con los ochos cuadrados, que no giran tan fácilmente).
Cabe destacar que en todas estas maniobras, el acompañamiento de un nudo prusik , machard u otro nudo autoblocante no está de más para obtener mayor seguridad.
Por último, recordar que el ocho desde antaño se ha utilizado como sistema de aseguramiento, aunque actualmente es raro ver a alguien asegurar con uno ya que los estándares de retención ante una caída, son mucho mejores utilizando una placa de aseguramiento o directamente el nudo dinámico. En si se puede utilizar de la misma forma que rapeleamos, como en la imagen 1 o como una placa de freno como en la imagen 10 (el cordín es para

Utilizar el Ocho como asegurador conlleva sus riesgo ya que no es fácil detener una caída (sin guantes la técnica es más difícil aún ya que la mano ejerce fricción).

rescategoer.blogspot.com.
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